¿Estás cansado de las papas clásicas? ¡Prueba la alcachofa de Jerusalén!
En nuestro artículo, aprenderá cómo sabe, por qué es tan popular, cómo reconocer un cultivo fresco y de calidad, y a qué recetas agregarlo.
Una vez que lo pruebes, no lo dejarás de nuevo, ¡te lo garantizamos!
¿Qué es la alcachofa de Jerusalén?
Esta verdura es una variedad de girasol con un tubérculo grumoso y una piel que puede ser de color amarillo, rojo o púrpura dependiendo del suelo en el que crece y, a menudo, se asemeja a la raíz de jengibre en apariencia.
Al contrario de lo que sugiere el nombre (también llamada alcachofa de Jerusalén), esta hortaliza no tiene nada que ver con Jerusalén o la alcachofa, sino que se deriva de la palabra italiana para girasol, girasole.
Al igual que las patatas, se pueden hornear, hervir, guisar y freír. Sin embargo, se cocinarán más rápido que las papas y se pueden recocer fácilmente en minutos si no las vigilas de cerca.
Ahora hay más de 200 variedades de alcachofas de Jerusalén disponibles. Se utilizan no solo en muchos productos como fuente de fructosa, sino también para la producción de alcohol.

¿Cómo sabe la alcachofa de Jerusalén?
Los tubérculos de alcachofa de Jerusalén con una piel blanquecina o rojiza tienen un sabor agradablemente dulce y un olor ligeramente ahumado.A diferencia de las patatas, la alcachofa de Jerusalén se puede comer cruda y no contiene almidón. Por ello, está especialmente recomendado para diabéticos, ya que contiene inulina, que reduce el índice glucémico de los alimentos.
Beneficios para la salud de la alcachofa de Jerusalén
Los girasoles almacenan sus carbohidratos en forma de almidón que, a diferencia del azúcar, el cuerpo no usa como energía.
Se recomiendan como sustituto de las papas para diabéticos porque son saciantes pero no absorbidas por el organismo y ayudan a controlar los niveles de azúcar en la sangre. La harina de alcachofa de Jerusalén también se recomienda para las personas alérgicas al trigo y otros cereales.
Tiene un alto contenido en fibra, lo que mejora la actividad del sistema digestivo y apoya el metabolismo.
También tiene un efecto positivo en la reducción del nivel de colesterol en la sangre y tiene efectos desintoxicantes y antiestrés.
Valores nutricionales de la alcachofa de Jerusalén (por 100 g)
Caloría | carbohidratos | Azúcares | Grasas | Ácidos grasos saturados | Proteínas | Fibra | Sal |
72 kcal | 17 gramos | 10g | 0 gramos | 0 gramos | 2 gramos | 1,6g | 4 miligramos |
¿Qué vitaminas y minerales contiene la alcachofa de Jerusalén?
- vitaminas del grupo B, A, C
- minerales potasio, magnesio, hierro
- algunos aminoacidos
- contiene inulina (almidón), que tiene efectos muy positivos en la salud en general

¿Cómo elegir la alcachofa de Jerusalén?
Elija tubérculos lisos, limpios, sin imperfecciones y firmes con protuberancias mínimas. Evite aquellos con piel arrugada, puntos blandos, áreas verdes moteadas o brotes.
Manipule las alcachofas de Jerusalén con cuidado ya que se arrugan con facilidad. Los girasoles crudos deben almacenarse en un lugar fresco, seco y bien ventilado, lejos de la luz.
También se pueden guardar en el frigorífico en el cajón de las verduras, envueltos en toallas de papel para que absorban la humedad y sellados en una bolsa de plástico.
Topinambury, los girasoles crudos se pueden almacenar de 1 a 3 semanas. Cocido debe ser refrigerado y consumido dentro de 2 días. No se recomienda enlatar ni congelar debido a la decoloración y el deterioro de la textura.

¿Cómo preparar la alcachofa de Jerusalén?
La pulpa de la alcachofa se decolorará si se expone al aire, así que coloque la verdura pelada en un recipiente con agua acidificada (agua fría con jugo de limón o una pizca de vinagre de vino blanco) hasta que esté lista para cocinar.
Antes de comer o cocinar, frote bien el tubérculo con un cepillo para verduras. Las cáscaras son comestibles.
Sin embargo, si debe pelarlos, corte las áreas más pequeñas con bultos y quite la piel con un pelador de verduras.
Si los comes cocidos, te resultará más fácil cocinarlos primero enteros y sin pelar, cocinarlos al vapor o en el microondas y luego pelarlos si es necesario.
Las alcachofas de Jerusalén se pueden cocinar como papas o chirivías y son excelentes al horno, salteadas, rebozadas y fritas, o en puré en una deliciosa sopa.
Los tubérculos también se pueden comer crudos. En estado crudo, saben a rábano, cuando se cocinan pueden servir como guarnición, y los fanáticos de la nutrición saludable a veces exprimen los tubérculos.
La alcachofa de Jerusalén combina bien con canela, nuez moscada, clavo, cebolla y crema.
¿En qué recetas se puede utilizar la alcachofa de Jerusalén?
Puede mezclarlos en una sopa como la sopa de rábano picante o esta cremosa cazuela de pollo. |
Es fácil de servir en rodajas finas y fritas, como las alcachofas de Jerusalén en mantequilla. |
Combina bien con platos cremosos como el bacalao ahumado oal horno con alcachofa de Jerusalén gratinada |
Puedes cortarlo en trozos grandes y freírlos con puerros. |
La alcachofa de Jerusalén se puede servir con queso fresco, queso gouda rallado y avellanas como entrada para una fiesta. |

¿Cómo almacenar la alcachofa de Jerusalén?
Manipule las alcachofas de Jerusalén con cuidado ya que se arrugan con facilidad. Los girasoles crudos deben almacenarse en un lugar fresco, seco y bien ventilado, lejos de la luz.
También se pueden guardar en el frigorífico en el cajón de las verduras, envueltos en toallas de papel para que absorban la humedad y sellados en una bolsa de plástico.
Topinambury, los girasoles crudos se pueden almacenar de 1 a 3 semanas. Cocido debe ser refrigerado y consumido dentro de 2 días. No se recomienda enlatar ni congelar debido a la decoloración y el deterioro de la textura.