Una canción popular checa canta «Me gusta el hígado, a ti te gusta el hígado, a él le gusta el hígado…».
Pero esto no es del todo cierto, pues muchas personas tienden a evitar este plato.
Si eres de los que no les gustan demasiado, ¡prueba nuestras recetas de hígado frito!
Verás que te sorprendes gratamente y este plato pronto llegará a tu mesa.
Hígado de pollo frito picante en envoltura triple
El sabor de este plato se hace especial al marinarlo en salsa de chile. ¡Luego cubra el hígado en tres pasos con harina, huevo y pan rallado!
Ingredientes:
- 500 g de hígado de pollo
- 3/4 taza de suero de leche
- 1 cucharada de salsa de chile
- 1/2 taza de harina común
- 1 y 1/2 tazas de pan rallado
- 2 huevos
- aceite de colza
- sal pimienta
Método:
- Lave el hígado de pollo, retire la membrana y córtelo por la mitad.
- En un tazón, mezcle el suero de leche con la salsa de chile y luego ponga el hígado en la mezcla para marinar en frío durante una hora.
- Pasado este tiempo, rebozar el hígado primero en harina, luego en huevo batido con un poco de sal y pimienta, y finalmente en pan rallado.
- Freír el hígado rebozado en una sartén con aceite de colza hasta que esté dorado por ambos lados, aproximadamente 5-7 minutos.
- Después de retirar, coloque el hígado frito sobre toallas de papel para absorber el exceso de aceite.
Sirva el hígado de pollo frito con puré de patatas o patatas y salsa tártara.

¿Prefieres platos vegetarianos? ¡Prueba una delicia en forma de coliflor frita !
Hígado de cerdo frito al ajillo
¿Anhelas un cambio? Use ajo en lugar de la tradicional cebolla que se usa en la preparación de este platillo. ¡Verás que la comida quedará igual de rica!
Ingredientes:
- 500 g de hígado de cerdo
- 1 taza de leche
- 3 dientes de ajo
- 1/2 taza de harina común
- aceite
- sal pimienta
Método:
- Lave el hígado de cerdo, retire las membranas y córtelo en rodajas.
- Remoje las rodajas de hígado en la leche durante aproximadamente 60 minutos.
- Retire los hígados de la leche y cúbralos ligeramente con harina.
- Ponga el hígado preparado de esta manera en una sartén con aceite caliente y fríalo ligeramente por ambos lados durante unos minutos.
- Agregue sal, pimienta y ajo machacado y cocine por unos 5 minutos más.
- Mientras tanto, voltee el hígado regularmente y tenga cuidado de no cocinarlo demasiado, ya que sería innecesariamente duro.
El hígado frito con ajo sabe muy bien con papas fritas y ensalada de papas.

Hígado de res frito con cebolla
¡Uno de los métodos de preparación más clásicos, que hace resaltar el sabor específico de este plato!
Ingredientes:
- 800 g de hígado de res
- 1 y 1/2 tazas de leche
- 1/4 taza de mantequilla
- 2 cebollas
- 2 tazas de harina común
- sal pimienta
Método:
- Lave el hígado, retire las membranas y córtelo en rodajas.
- Luego, póngalos en un recipiente con leche y deje el hígado en remojo durante al menos una hora.
- Derretir dos cucharadas de mantequilla en una sartén y sofreír en ella la cebolla picada.
- Luego retire la cebolla de la sartén, agregue el resto de la mantequilla a la sartén y deje que se derrita.
- Mezcle la harina con sal y pimienta en un tazón y cubra las rebanadas de hígado con esta mezcla.
- Luego poner el hígado en una sartén con mantequilla y saltear unos minutos por ambos lados.
- Regresa la cebolla a la sartén y cocina todo junto por un rato más. Depende de lo bien hecho que prefieras tu hígado.
Este plato sabe muy bien con papas asadas y arroz. Se puede hacer aún más especial con una rebanada de tocino frito.

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Hígado de pollo rebozado
¿Crees que el pan rallado siempre es necesario como uno de los ingredientes para envolver? ¡Esta sencilla receta te convencerá de lo contrario!
Ingredientes:
- 500 g de hígado de pollo
- 3 dientes de ajo
- 3 huevos
- 1 taza de crema agria
- 4 cucharadas de harina común
- aceite
- sal pimienta
- cebollín fresco o perejil para decorar
Método:
- En un tazón grande, mezcle los huevos, la crema agria, la harina, los dientes de ajo machacados, la sal y la pimienta.
- Mezcle todo bien hasta obtener una masa suave y deje el recipiente a un lado.
- Lave el hígado, retire la membrana y, si es necesario, córtelo por la mitad.
- Si lo desea, también puede golpearlos ligeramente para darles forma de escalope.
- Luego sal y pimienta el hígado y sumérjalo en la masa.
- Calentar una cantidad suficiente de aceite en una sartén y luego freír los trozos individuales de hígado hasta que estén dorados.
- Después de retirar el hígado, colóquelo sobre toallas de papel para absorber el exceso de aceite.
Espolvorea el hígado rebozado con hierbas frescas y sírvelo con puré de patatas o una ensalada de verduras.

No solo tienes que freír el hígado. Se pueden preparar de muchas otras formas. ¡Inspírate con nuestras recetas de hígado de pollo 10 veces diferentes !
Hígado de pavo envuelto con parmesano
En lugar de pan rallado ordinario, también puede utilizar pan rallado de hierbas. Esto se puede preparar fácilmente mezclando una mezcla de hierbas frescas o secas en el pan rallado, como tomillo, orégano, mejorana o salvia.
Ingredientes:
- 400 g de hígado de pavo
- 1 taza de suero de leche
- 1 taza de harina común
- 3/4 taza de pan rallado
- 1/2 taza de parmesano rallado
- aceite
- sal pimienta
Método:
- Coloque el hígado lavado, pelado y cortado en un recipiente con suero de leche.
- Dejar reposar en la nevera durante al menos 60 minutos.
- Mientras tanto, prepare dos boles, uno con harina y otro con pan rallado y queso parmesano rallado.
- Luego pase cada trozo de hígado por harina y luego por una mezcla de pan rallado y queso parmesano.
- Freír en una sartén con aceite caliente por ambos lados, aproximadamente 5-7 minutos.
- Después de freír, deja que el exceso de aceite se absorba con la ayuda de una toalla de papel.
- Sal y pimienta el hígado antes de servir.
Servir con una ensalada de verduras y varios dips para mojar el hígado frito.

Una gran sartén es un gran ayudante. ¿No sabes cuál elegir? Echa un vistazo a nuestra prueba de sartén grande .
Foie gras o manjar de hígado graso
Un manjar típico francés que puedes encontrar en el menú de la mayoría de los restaurantes de lujo de todo el mundo. El delicado sabor de este plato va especialmente bien con ingredientes agridulces.
Ingredientes:
- 4 lonchas de hígado de foie gras de oca o pato (1 centímetro de grosor aprox.)
- 1 litro de caldo de pollo
- 1/4 taza de vinagre balsámico
- 2 cucharadas de mermelada de grosella negra
- 12 higos secos
- aceite
- sal pimienta
Método:
- Mezcle el caldo, el vinagre balsámico, la mermelada de grosella negra y los higos secos en cuartos en una cacerola.
- Luego caliente la mezcla y cocine por un rato, revolviendo constantemente, hasta que la salsa espese.
- Mientras tanto, sazone la mezcla con sal y pimienta.
- Sal y pimienta las rodajas de hígado por ambos lados.
- A continuación, colócalas en una sartén seca y caliente sin aceite y saltea las rodajas durante 1-2 minutos por ambos lados, dependiendo de su grosor.
Servir el hígado de foie gras con rebanadas de pan frito cubierto con la salsa preparada y espolvoreado con pistachos.

Razones para incluir hígado en tu dieta
Todo el mundo sabe que el hígado realiza muchas funciones necesarias en nuestro cuerpo. Sin embargo, a la mayoría de las personas no les gusta el hígado, ya sea de pollo, cerdo, res u otro. Es una pena, porque son una buena fuente de proteínas, vitaminas y minerales para nuestro organismo. Son especialmente ricas en hierro y vitamina B12, ambas sustancias tienen un efecto muy favorable en la formación de glóbulos rojos. Además de las vitaminas del grupo B, también contienen vitaminas A y D, así como zinc, cromo y cobre de los minerales.
Comer hígado no es motivo de preocupación. El mito de que están llenos de sustancias tóxicas ha sido desmentido varias veces por expertos. Por el contrario, algunos médicos hoy en día recomiendan incluirlos en el menú al menos una vez al mes.
¿Por qué remojar el hígado antes de freírlo?
La mayoría de la gente sabe que el hígado debe remojarse en leche o suero de leche durante 30 a 60 minutos antes de freírlo. ¿Pero también sabes por qué razón? El remojo en leche cumple tres funciones importantes, libera al hígado de posibles amarguras y olores desagradables, que muchas veces son la razón por la que algunas personas se niegan a consumir hígado. Por último, pero no menos importante, el remojo también contribuye a que la carne tenga una textura más fina y sea más jugosa.